Soberbia frente a Nobleza por Jose Manuel cruz

En esta ocasión quiero relatar una experiencia o mala costumbre,  vivida desde dentro de una formación musical folklórica, y que creo entender que aún perdura entre alguno  colectivo.

En esta ocasión, acudí a un ensayo de un grupo amigo para colaborar con el laúd, en una actuación con motivo de las fiestas del pueblo donde residía dicho grupo.

El director o Monitor (persona que solo conocía de vista en aquel momento) había dado unas pautas, para interpretar folklore, que a mi entender, estaban fuera del contexto de lo que es el folklore canario.

Para comenzar, me sorprendió que tenía en una esquina, lejos y digamos que algo lejos del resto de la formación, a un señor mayor que tocaba muy bien el laúd e incluso tenía muy buena digitación, buena velocidad con la mano izquierda y un bonito alza púa. Me picó la curiosidad y pregunté por que estaba el señor tocando retirado del grupo, la contestación del director fue: ¡¡es que el pureta este no lee nada!! Y para hacer arreglos guapos y no los cuadre exactos, pa´ eso que no toque cerca pa´ que no me equivoque a las demás púas.

¡Púas que no eran capaces de desarrollar ni la mita de velocidad, que desarrollaba aquel señor!

Me acerqué hasta el, insisto por curiosidad, y empecé a conocerlo, el señor dominaba perfectamente, el amplio abanico que ofrece nuestro cancionero folklòrico de Canarias, además con bonitos arreglos o adornos, o florituras como el expresaba.

Para mi creer, este señor, tenía un valor del que no se daba cuenta el director, por que realmente era el púa que más atención debería prestarle, dado el conocimiento que poseía, no solo musical, si no también vivencias culturales e incluso anécdotas sorprendentes.

Ya habiendo entrado en confianza con aquel señor, me atreví a preguntarle directamente a el, que por que no estaba ni la huesera, la pandereta, el tambor etc…y me dijo encogiendo levemente los hombros:

-¡¡desde que el nuevo director llegó, le dio tal cambio al grupo que ahora parece más una charanga que un grupo folklórico!! A la señora que tocaba el pito de caña, se lo quitó y la puso en los coros, a la de la huesera igual y la pandereta también. Las Bandurrias, como según él sonaban muy estridentes, más de los mismo, las quitó y al timplista no lo deja tocar más que en dos o tres canciones, por que según él, es un instrumento de machaqueo.

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Ahora tenemos una chiquita que toca la flauta de la Banda y lee solfeo, los laudes solo tocan por solfeo, yo no claro, el timple tubo que aprender técnica clásica pa´ tocar más que sea un par de piezas y el de la percusión es otro chiquito de la banda, que cuando viene trae más material, que yo cuando llevaba la herramienta de trabajo de la construcción a las obras.

Y al coro agüita, los tiene como una vela, con unas voces más raras que el carajo, pa´mi que las viejas no retienen mucho las subidas y las bajadas esas que el dice jajajajajaja.

Total, pa no cansarte mijo, yo el folklore lo aprendí como lo que era, de oído, fijándome del que tuviera en frente y poquito a poco, sin prisas pa´salir a tocar a ningún sitio, por que yo creo que eso es el folklore.

Eran canciones pues eso, folklóricas, Isas, Folías, Malagueñas, Polkitas, Mazurcas etc… y algún pasodoble animaillo, que pa eso tenemos subvenciones y ayuditas, pa seguir promocionando nuestro folklore.

Pero estas canciones nuevas, que si de Sur América con unos toques enrevesaos hasta pa las guitarras,  y no se que más…yo ni las domino ni me interesan, por que yo defiendo y toco lo de mi tierra, el que quiera defender otras tierras allá él, primero nuestro folklore, digo yo. Pero además yo por no armar ningún mal estar, pues no entro a formar polémicas, por que la directiva y parte del grupo quiere que este el y yo solo soy uno más.

A sabiendas de lo que cada cual pueda pensar y opinar al respecto, admiro la nobleza de su comportamiento, la coherencia, lo cabal y lo seguro de si mismo de lo que daba a entender este señor, en cuanto a su postura, la del “Director” y la de su colectivo folklórico. Respetando y no enturbiando la labor del dirigente, a pesar del sacrificio que le suponía no poder interpretar (tocar) con el que fuera siempre su grupo. Un señor para mí íntegro.

A modo de abrir un pequeño paréntesis, diré; que la música clásica (clasista) el lenguaje o método y metodología como el Solfeo y sus diversos estudios, obras o ejercicios, eran recursos al alcance de unos pocos y no precisamente el pueblo llano, en fechas de antaño.

El pueblo llano, cuando tenía la suerte, de que hasta sus manos llegaba un instrumento, por rudimentario que fuera, intentaba aprender y hacerlo sonar como pudiera de forma autodidacta, y de ese modo se transmitía entre sus allegados, en el ámbito en el que se movía, se relacionaba e interactuaba, principalmente en el núcleo más cercano, la familia.

De ahí que se conozcan antiguas familias, en las que se forjaban varios folkloristas, si su progenitor inculcaba o transmitía el valor, o preocupación por su cultura. Cerramos paréntesis.

Terminé la conversación con dicho señor y quise conocer la otra parte, al director o monitor, una vez terminado el ensayo.

Le pregunté que como había llegado a ostentar la dirección del grupo folklórico, que como había llegado hasta el colectivo. Y me contestó abiertamente del siguiente modo:

-Pues la verdad esto no es lo mío, yo terminé el conservatorio y por  ganarme un dinerito rápido, me enteré que buscaban un director y me ofrecí, ya habían hablado con uno ahí que sabía de oído, un percal de estos, pero menos mal que entré yo, por que esto sonaba a parrandita de pueblo sabes.

Porque aquí es que la gente es que no lee nada tío, la gente no lee y se creen que esto es llegar y hacer churros y pa´lante.

El coro está como está por que nunca contrataron a un profesor de canto, los músicos unos tocan otros no, por que aquí cada uno toca como quiere y el contrabajista pa que decirte, uff un curro aquí que no veas con esto.

No creía ni cabía en mi, lo que dicho monitor me estaba relatando sobre su propio grupo, es obvio que ni comparto ni estoy de acuerdo con todo lo que me estaba contando, pero simplemente me limité a escucharle y ser imparcial en ese momento.

Esa es la soberbia por la que determiné el título del articulo en esta nueva ocasión.

Esa que no te deja ver que hay que tener más lado humano, tener más tacto a la hora tratar con personas de diferente índole, de transmitir e inculcar enseñanzas con respeto, el respeto integro de la persona que tienes a tu disposición y en frente tuyo, como también la que arrima el hombro y hasta aporta económicamente su granito de arena, motivando un correcto funcionamiento de su propio colectivo. Y sobre todo respeto a la cultura y patrimonio inmaterial, como lo es nuestro folklore y sus gentes.

Espero y deseo que esto cambie algún día, que se termine por difuminar y que el sentido común, unido del respeto general, logre cambiar este tipo de comportamientos. Que provocan un desvirtuar de nuestra música más tradicional con nuestros músicos más arraigados.

Que viva nuestro folklore, que viva nuestra gente.

José Manuel Cruz González.

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